No por esperado une evento
resulta menos impactante. El combate
entre Gregor Clegane, La Montaña
y el príncipe Oberyn Martell, apodado La
Víbora Roja, que había de decidir el futuro de Tyrion Lannister, acusado
del asesinato de su sobrino, anterior monarca de los Siete Reinos, ha supuesto
el perfecto colofón a un capítulo por otro lado un tanto irregular, con la
notable excepción de dos de sus tramas.
El
grupo de salvajes que acecha en las tierras del Agasajo ataca Villa Topo. Sin ningún tipo de
contemplación asesinan a todos los allí presentes. Tan solo la compasión de Ygritte salva en última
instancia la vida de Gilly y su bebé.
Poco después nos asomamos
brevemente al Castillo Negro para
ver como Jon Nieve y sus amigos se lamentan de la
escabechina que se ha producido en Villa
Topo. Han perdido a tres hermanos negros en el ataque. Tres hermanos muy
necesarios viendo la que se les viene encima.
Sam
está muy afectado por la más que posible muerte de Gilly y el pequeño Sam pero Grenn, Pyp y Edd El Penas le
señalan que la muchacha sobrevivió a la vida en el Torreón Craster, a la huida
de dicho lugar y hasta a los Caminantes Blancos. Esto da a esperanzas a Sam de
que puedan estar vivos aún.
Hago aquí un inciso para
comentar que, sabiendo como saben que hay salvajes al sur del Muro y que tanto
estos como el ejército que se acerca desde el norte van a atacarles en breve, no
hayan sido capaces de evacuar Villa Topo ni otras aldeas cercanas. Resulta un
tanto increíble cuando no estúpido.
Tengo sentimientos encontrados en cuanto a lo que a la trama de Meereen se refiere. Siento que
la subtrama de Misandei y Gusano Gris, por
dulce que pueda resultar, no es más que relleno
que roba preciosos minutos a otros eventos más importantes como el juicio
por combate, que aunque en un principio me ha resultado eterno (de puro sufrimiento al conocer de antemano el desenlace) en un segundo
visionado, libre ya de la desazón de saber cómo habían realizado la escena, me
ha resultado insuficiente.
El
destierro de Ser Jorah Mormont, por otra parte, me ha dejado con la
sensación de que el caballero no ha
tenido la opción de defenderse, a pesar de estar más que probada su lealtad
(después de decidir dejar de espiarla, claro está) y los sabios consejos que
siempre ha ofrecido a la khaleesi. Su derecho a réplica se ha visto menospreciado
por la actitud altiva de Daenerys. He echado en falta una muestra del dolor que Dany ha debido sentir ante la traición
de su amigo más querido. En lugar de eso nos hemos encontrado con la
reacción de una reina fría y arrogante, actitud comprensible pero que desdibuja
un poco el personaje de la Targaryen al hacerla parecer por encima de todo y de
todos.
La
parte de Arya y El Perro ha sido corta pero significativa. La
herida de El Perro va a derivar en algo más o no la mencionarían tanto. Y la
actitud de Arya tras enterarse de la muerte de su tía es entendible, entre la
desesperación de no tener dónde ir ni familia que la acoja y la risa que le provoca
la mala broma que resulta para El Perro haber pasado por tanto para nada. Lo que no me cuadra en absoluto
es que vayan revelando la identidad de Arya tan alegremente.
Pero luego llegamos a la toma de Foso Cailin con Hediondo
interpretando a su antiguo yo, Theon
Greyjoy, y esa parte si me ha gustado a pesar de que, en general, es de las
tramas que menos llaman mi atención.
El plan casi se desmorona (como el propio Theon) pero los Hombres del Hierro traicionan a su jefe (lo que
debe de ser tradición entre ellos) que se negaba a rendir la plaza y Hediondo consigue su propósito: retomar un bastión clave para el control
del norte (matanza de Hombres del Hierro mediante). Y con ello llega la
ratificación de Ramsay Nieve, ahora Ramsay
Bolton, como heredero del más grande de los Siete Reinos. Un acto éste, el
del reconocimiento de Ramsay como hijo
legítimo de Roose Bolton, que se ha desarrollado en un escenario desolado
pero hermoso con una gran actuación por parte de los dos actores que interpretan a los
Bolton.
Y por supuesto otro gran momento del capítulo ha sido
la declaración de Sansa Stark sobre la muerte de su tía. Una gran interpretación de Sophie Turner
que casi siempre me había dejado muy fría. Esta vez me la he creído, al igual
que los Lores del Valle, como muchacha desvalida cuya palabra se ha de tomar
por cierta, no estando en su ánimo el faltar a la verdad. Entiendo, aunque me
ha parecido algo precipitado, el motivo de
desvelar su verdadera identidad: dar más verosimilitud a su versión. La
heredera Stark se presupone menos influenciable que una desconocida sobrina de
Meñique y se le otorga mayor valor a su
palabra.
Se
ha visto un cambio en el personaje de Sansa que le hacía mucha falta. Ha
entrado en el juego, cansada de depender de los deseos y tejemanejes de otros.
Veremos que tal evoluciona desde aquí pero creo que vamos a ver una gran
mejoría en un personaje insulso donde los haya. En esa bajada por las escaleras
de la Sala Alta del Nido de Águilas hemos asistido a la transformación de Sansa
Stark en Alayne Stone, y no me estoy refiriendo solo al pelo y la ropa, sino a
una actitud y una mirada desafiantes que parecen haber encandilado a Meñique.
La conversación sobre el
primo estruja-escarabajos de Jaime y Tyrion Lannister no voy a comentarla mucho
porque me ha parecido una verdadera pérdida de tiempo. Con haberla esbozado nos
hubiera valido para entender su significado.
Porque el momento culminante del episodio, el
verdaderamente esperado por los seguidores de la serie, ha sido el combate a muerte que ha enfrentado a La Montaña y a La Víbora por la vida de
Tyrion Lannister. Dos estilos de lucha muy diferentes. La fuerza bruta de la
Montaña contra la rapidez y la seguridad de la Víbora Roja.
Oberyn
Martell ha deleitado a los presentes con una demostración de su agilidad y habilidad con la lanza. A Gregor Clegane no le ha hecho falta
ningún alarde, su sola presencia
intimida, como ha recalcado Ellaria Arena (quien me ha dado una pena
tremenda cuando le ha pedido a Oberyn que no la dejara sola en el mundo).
La lucha ha estado bien coreografiada
con el príncipe de Dorne vacilando claramente a su oponente que, sin embargo,
le ha puesto en aprietos en más de una ocasión. Avanzado el combate Oberyn conseguía herir a su contrincante (detalle que debemos tener muy en cuenta) y creyéndose ya casi vencedor, ha
dejado que su deseo de venganza se
desatara, lo que ha supuesto su perdición. Tratando de hacer que la Montaña
confesara el asesinato de su hermana Elia y sus hijos (y de paso que señalara a
Tywin Lannister como instigador), en lugar de rematarle ha dejado que la Montaña
lo atrapara en un descuido.
Y el final por el que ya
nadie apostaba se ha producido, dejándonos de paso una de las escenas más gore de la serie (y de la
televisión en general si me apuras) con la Montaña, destrozando dientes y ojos
y reventando (literalmente) la cabeza de Oberyn Martell. El grito
de Ellaria Arena al verlo ha sido escalofriante. El jucio por combate contra
Tyrion Lannister le ha declarado culpable.
Y solo quedan dos episodios.
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